Morir con las botas puestas

"Creo firmemente que el mejor instante del hombre, la mayor satisfacción de todo lo que ha querido es cuando ha entregado su corazón a una buena causa y yace exhausto en el campo de batalla, victorioso"

Vice Lombardi (Mejor entrenador de fútbol americano de la historia)


Hay muchas maneras de palmar en el poker. El poker es como la vida, a veces injusto. Se pude perder gambleando, tentando a la suerte fuera de posición, aguantando cualquier tipo de subida porque las cartas de uno sean suited, una mierda suited, jugando cartas especulativas sea cual sea la posición, y dando igual quien hubiera subido antes... en definitiva jugando mal y mereciéndolo. En ese caso hay que hacer acto de meditación, aceptar la incopentencia de uno, focalizar los errores, y pulirlos. Aceptar la derrota como culpa de uno.


La otra manera de perder es elaborando un juego sólido, paciente, selectivo, serio, comedido, observador, meticuloso, en cuyo caso sólo hay una manera de caer: con un golpe de mala fortuna. En este caso, sólo queda aceptar que el poker es así a veces y saber valorar que se está en el camino correcto. En el camino de la luz.


Ayer fue la segunda visita del Club Poker de Treboles al Deep de Torrequebrada. Sesenta y ocho jugadores que formaban un excelente ambiente. La representación fue de seis jugadores. Había que limpiar el honor del club, lo necesitabamos. Y se hizo. Desde el principio todos se pusieron a la labor de disputar un torneo serio, y meterse en mesa final. El juego fue dando sus frutos y en el descando estaban  en general por encima de la media. En el anterior torneo, el el descando había palmado la mitad y la otra mitad medio muertos.

En la reanudación, la suerte movió hilos y fue castigando uno tras otro. Cele, que venía doblado, palmó sus ases contra un gambler. Kiki, se encontró acorralado por un squeeze allin que supo interpretar y hacer call. El agresor enseñó 33 contra JJ de Kiki. El bote ponía al ganador casi como chipleader y apareció un inaudito 3 en el flop que dejó al Kiki con pie y medio fuera.

Quedando dos mesas, Garri, con su paciente juego, atacó las ciegas con AT con posición para que levantar la ciega grande un inesperado AK. Board blanco y fuera. Damián supó jugar todo el torneo sin cartas y aguantó estoicamente hasta que se la jugó con QQ en la que el rival pagó con AJ. Dos jotas le dejaron fuera del torneo cuando estaba a un dedo de triplicarse y se quedó en la posición 14º.

El más lejos fue Antonio Garrido, que supo jugar todo el torneo sin cartas. Quedando 12 jugadores, un intento de robo en allin con T7 en primera es interceptado por Antonio con AQ, para luego ofrecer el turn un T maldito que acababa con todas las esperanzas. Dos turnos después se montó la mesa final.

Buena actuación en general, que sin embargo no tuvo su merecida recompensa. No queda otra se saber consolarse con saber que estamos en el camino correcto.

Una pequeña consideración en el cash, donde algunos probaron suerte. ¿Qué justifica ver un subida de seis ciegas con 83? Por desgracia, ese 83 hace full en la cuarta, revienta una pareja de jotas, y encima el jugador se encuentra satisfecho por el buen call que ha hecho. En el cash se pudo encontrar todo un elenco de jugadores penosos, con un completo desprecio por las probabilides y el dinero. Una filosofía de juego contra la que el Club siempre se opondrá y contra la que siempre librará una cruzada personal. El turn y el river no justifican nada. A esos jugadores son a los que les decimos "Arrieros somos, y en las mesas nos encontraremos", y entonces vas a pagarnos todo lo que has gambleando de una vez.