Tras un fin de semana relajado en Benalmádena, dos de nuestros jugadores se acercaron al Picas Club. Se trataba del Kiki, nuestro jugador más en forma y de Antonio Garrido y sus teorías. Ambos venían de filosofar profundamente sobre el poker, conveniendo en que el camino de la luz está en la estrategia, la observación, el olfato y la paciencia, y alejarse de maneras de jugar más gambleadoras, más de pagar a ver qué pasa, más de abandonarse a la suerte, que también cuenta. Convencidos de que el camino es un juego serio y sólido, y que este camino es duro porque siempre aparecen bad beats en el camino, y buscadores de tesoros que pagan lo que sea por un river que les da escalera, y pagadores gratuitos que se aburren y pagan con lo que sea para enganchar unas dobles parejas milagrosas en el flop.
Con este axioma afrontaron el torneo del Picas, nuevamente de gran aceptación, con tres mesas de buenos jugadores, otros no tanto. El resultado fue que ambos compartieron mesa final, quedando el Kiki en burbuja y Antonio Garrido en el siguiente puesto, rompiendo la burbuja y entrando en premios. Faltó ganar algún duelo para lograr el podio o el torneo, pero ambos se fueron con el dulzor de haber disputado un buen torneo y de haber jugado con mucho criterio.
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